La Semana Santa interminable

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´Vía crucis

El dinero es el cristo redentor que da sentido a nuestras vidas. Es, en sí mismo, amor eterno. La redención pasa por postrarnos a su poder y  a su infinita bondad. Queremos que no nos abandone en ningún momento. Le imploramos y él, compasivo e inmutable, nos presenta la cruz de la pasión, pasar por el calvario de apretarnos las tuercas, otra vuelta más, hasta llegar a ser merecedores de alcanzar la gloria y la resurrección. Amén (así sea).

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God

De pequeño pensaba que si Dios existía tendría que tener muchísimos ojos. No faltaban adultos que me recordaban una y otra vez que el todopoderoso era capaz de estar en todas partes, de ver cualquier cosa que yo hacía y, al mismo tiempo, también las de los demás pues, ¿por qué se habría de fijar en mi únicamente?

A él debería dar cuenta de todos mis actos... ¡y hasta era capaz de ver mis pensamientos!. Antes de dar rienda suelta a mis instintos o de hacer algo, me lo pensaba dos veces. ¡Dios mío!, además de tomar buena nota se lo chivaría a mis padres, quienes al final acabarían enterándose de todo.

Hemos pasado por el quirófano de neurocirugía

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Máquina de batir el cerebro

Instrucciones de funcionamiento: Coger una cabeza fresca, con ideas, de un ciudadano cualquiera. Seccionarla por un plano que forme un ángulo de unos 40º. A continuación, introducir en su cerebro la batidora. Remuévase durante un minuto, en ambos sentidos, comprobando que las ideas van tomando un aspecto de papilla líquida que se precipitan hacia el contenedor inferior, listas para ser definitivamente evacuadas cuando se desee. En el caso de que aún le quede raciocinio propio al individuo repítanse los pasos anteriores hasta su total eliminación.

Efectos garantizados Precaución: Manténgase fuera del alcance de indeseables, como ciertos políticos y lobbys.

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Trepanar

Nos horadan el cerebro con el fin curativo de conseguir la índolencia social. Ante tanto dislate urge que pasemos por el quirófano, no sea que caigamos en una enajenación mental transitoria que nos mueva a hacer las mayores corduras.
Trepanar se ha convertido en una operación necesaria de higiene mental, de salud colectiva, con el beneficioso resultado de aceptar sin rechistar, que nada radical ocurrirá en nuestra sociedad, que todo permanecerá como hasta ahora, que el poder seguirá estando donde siempre quedó.

Mañana, seguiremos dormidos cuando nos levantemos de la cama, para que esos otros puedan continuar durmiendo tranquilamente. Nuestros sueños hace ya tiempo que dejó de pertenecernos.

El tentempié del broker

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El tentempié del broker

Sándwich de lo más apetecible, formado por dos rebanadas de 500 euros con un generoso condumio de ojos sacados a la gente.

La columna del mundo

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La columna del mundo

En lo más alto del mundo se  ha sentado la codicia: aquel que se afana en enriquecerse apropiándose de los alimentos, los recursos energéticos y el control del dinero. Hace acopio en una bolsa que nunca termina de llenarse, tanto como menguan sin fin  los bolsillos del resto de la población.

¡Quemado!

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¡Quemado!

- ¡Quemado!- repetía una y otra vez sentirse en su trabajo. Retahíla que más bien sonaba a justificación ventajista. Sin embargo, su puesto, su empresa, la sociedad de la que formaba parte, era lo que ya por entonces comenzaba a arder sin darse cuenta.

Hoy, en 2013, será otra ofrenda de sacrificio que los sacerdotes presentarán a los dioses del mercado. La siguiente bocanada de fuego desdibujará para siempre aquel rictus de idiota de un pirómano-soplete del incendio actual. Definitivamente, ahora sí que estará quemado.

El destripador

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El destripador

Nos están destripando. Cada nueva disposición lleva el sello de anular algo de lo que hasta entonces teníamos. En su  propio beneficio nos escurren como si fuéramos una bayeta, se ensañan, paralizada nuestra conciencia crítica al hacernos culpables del destino de penurias al que nos abocan. Al final, todo resultará irremediable.