De una moneda hizo una montaña
No faltaron quienes le dieron lo que no les pertenecía. Él pasaba el cepillo en nombre del Rey con angelical desparpajo azul; aquellos acudían prestos a los fastos del retozo, sin preocuparles, a éstos y también a muchos otros, la farsa pagaba con el dinero de todos.
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