Las cajas fuertes no guardan nada de valor. Lo realmente valioso nunca se encuentra en las cajas fuertes. Las cajas fuerte son el miedo de los que creen poseerlo todo a quedarse vacíos.
Por entre las costuras descosidas de aquel balón pinchado asomaban un fumigador para el hogar vacío, varios pies sin dedos y una pierna desparejada, un ladrillo distraído de su destino y una cabeza de angelito ausente e su cuerpo.