Presentación

La estética y el proceso de la obra
Las obras las construyo siguiendo uno de estos dos caminos:
- Poner imagen a un texto: La frase hecha y el para-lenguaje culinario.
- Fijarse y dialogar con un objeto existente
Los lenguajes verbal y visual están muy relacionados, inspiran y construyen la obra. En algunos casos, una frase hecha se convierte en el tema, que pasa de verbalizarse a una imagen mental. Es entonces cuando recorro los sitios más variados de Madrid (el rastro, IKEA, Tiger, las tiendas del barrio... para encontrar la pieza que reclama el texto.
A veces recreo el paralenguaje culinario, lo que añade un toque gastronómico que enlaza con la presentación de la obra en un plato.
Otras obras han nacido de dejarme llevar por la mirada artística. Visito regularmente cualquiera de los anteriores sitios que he citado, mirando por doquier a la espera de que un objeto llame mi atención, me cuente algo y haga consciente lo que hasta entonces no había pensado hacer.
En el proceso, en el ámbito del arte conceptual (que Duchamp apuntó al proclamar la primacía de la idea), manejo las posibilidades comunicativas de las cosas como elementos plásticos. Considero fundamental el ingenio que me permite encontrar un objeto, reutilizarlo y recontextualizarlo.
Cada sociedad se define por los objetos, por las herramientas que utiliza. Si estamos apelando a nuestra civilización qué mejor manera que hacerlo a través de objetos de la vida cotidiana. En la mayoría de los casos están obsoletos, son del pasado e incluso nos crean una cierta afinidad nostálgica, ya que han formado parte de aquel otro mundo que la tecnología ha desbancado. Además es una forma de reivindicar, permítame la paradoja, la utilidad del desecho como una propuesta ante la crisis... ¡y estos objetos están tan llenos de la belleza que da el tiempo que vivieron!

Relación de textos redactados para las obras
1 comentario:
En efecto nuestra inestable realidad o crisis como se la llama, está bien reflejada en tu obra y comentarios y es igualmente insólita. En efecto lo peor lo van a pagar aquellos que no se han agrupado en colectivos pro-derechos. La pequeña empresa y los autónomos soportarán todo el peso de una decadente sociedad sin principios y al final como le pasó al abuelo hortelano serán ahogados por los grandes colectivos y sus vacias palabras y la clase medias se desmoronarán dejando solo 2 grupos los pobres miserables y los falsos ricos que solo serán diferenciados por tener o no una NÓMINA.
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