martes, 19 de febrero de 2013

Plato a plato (uno)

TÍTULO
Sesillos de la casa al gusto del chef

Nuestras mentes ya no nos pertenecen. Los sesillos de la casa son preparados al gusto del chef que nos controla. Quedan en blanco, son cabezas de muñecas vacías, inexpresivas, insensibles, indolentes.


TÍTULO
Puré de economía

¡Economía hasta en la sopa! Un puré diario que de un tiempo a esta parte no puede faltar en nuestra dieta mediterránea. De niño hacíamos pedorretas a la cucharada de puré que madre nos acercaba a la boca. De mayores, hemos terminado cogiéndole gusto a este plato con el que nos alimentan los miedos a perder más de lo que ya no tenemos.


TÍTULO
Guiso de ladrillo aromatizado

¡Qué mal nos ha sentado este plato este plato, en otro tiempo estrella de la carta! Nadie miraba la columna del precio... ¡olía tan bien que no reparamos en que llevaba aditivos y potenciadores del sabor perjudiciales para nuestra salud!
El muro del ladrillo se ha convertido en el nuevo muro de las lamentaciones.


TÍTULO
Sapos y culebras

Demasiadas veces nos comemos sapos y culebras. Es un plato tan poco apetecible  y, sin embargo, está muchas veces presente en el desayuno, la comida y la cena. ¡Preferiría quedarme en ayunas! 

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