TÍTULO
Entrantes de tráfico
Un plato para degustar los fines de semana, los puentes y las vacaciones. Estas noticias tienen mucho de publicidad de la guardia que nos guarda, la que nos hace creer que no podemos vivir sin ella, que se desviven por nosotros cuando en realidad se desviven por ser más. Incuestionables punto a punto nos pueden quitar una buena forma de libertad: el coche.
TÍTULO
Salpicón de Bankia en su tinta
Las cucarachas de los que mandaban pugnan por escapar del alquitrán pastoso y pantanoso en el que convirtieron Bankia. Aquella, en otro tiempo, Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid, es hoy un plato podrido que, sin piedad hemos terminado por comérnoslo los de siempre. ¡Sin piedad!
TÍTULO
El plato del tiempo
Pero no vayáis a creer que escapa del debate político. Basta con ver el programa del tiempo en las televisiones autonómicas para marcar fronteras. No importa lo estúpido que sea considerar la escala local, lo importante es digerir dónde quedan las fronteras, como si el territorio de al lado fuese ajeno. De pequeño llegué a pensar que a Portugal se la había tragado el océano... y que sólo existía para la desembocadura de algunos ríos y poco más.
TÍTULO
Brotes verdes bañados en caramelo negro
Estamos en el túnel. El túnel tiene una entrada y una salida, un principio y un final. ¿Por qué hablan de brotes verdes en plena oscuridad donde no es posible la función clorofílica? ¿Nos estaremos convirtiendo en champiñones? ¿Cuántos perecerán en el túnel sin volver a ver la luz? El final no siempre está al final del túnel.
TÍTULO
Un plato de comida internacional
No llego a recordar día en que no haya faltado una guerra en la comida que nos ayude a hacer la digestión de los sinsabores acontecidos en el día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario